«Non se tomaron as medidas adecuadas e hai familias con ata tres xeracións afectadas»

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Serafín Ramilo
Presidente de Osílice

Un cuarto de siglo de trabajo en canteras de granito de la zona de O Porriño ha costado a Serafín Ramilo una silicosis de segundo grado, diagnóstico que recibió hace dos años y por el que se le ha reconocido una incapacidad laboral. Así que le toca «coidar os pulmóns» y quiere que lo hagan también el resto de afectados y quienes pueden serlo debido a la exposición al polvo de sílice. on los objetivos con los que preside un colectivo que da sus primeros pasos, aunque «debería ter nacido hai 30 anos», porque «non se tomaron as medidas adecuadas e enfermou moita xente». Osílice es la primera asociación gallega de afectados por la dolencia, que por ahora agrupa a unas 70 personas y tiene raíces en O Porriño, desde donde aspira a seguir creciendo y a abrirse a toda la comunidad. Porque «isto non pode seguir así». «Hai familias nas que o avó morreu de silicose, o pai tena e a terceira xeración tamén», alerta Ramilo, quien sostiene que ahora los trabajadores están «máis protexidos e informados», pero «aínda hai de todo». «Hai empresas que non cumpren; hai xente que fai po e non toma as precaucións debidas », advierte, para incidir en que no solo se debe usar mascarilla, sino «evitar facer po e levantalo nos centros de traballo». El resultado de la inhalación es que «te vas notando máis canso e non sabes por que». «Ata que ao final che din que tes silicose, nalgúns casos xa no terceiro grao», subraya Ramilo, quien apunta que las revisiones anuales obligatorias de los trabajadores —radiografía incluida— permiten descubrirla en una fase temprana. «Pero as cousas non funcionan sempre como deberían».

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